ODP FIRMA ACUERDO DE COLABORACIÓN CON SOLARPACK EN FAVOR DEL CENTRO CRISTO REY DE TACNA

Centro Cristo Rey del niño y adolescente

El pasado 23 de febrero, ODP Jesuitas del Perú firmó un acuerdo de cooperación con Solarpack¹ para el financiamiento del proyecto: “Mujeres de Tacna, libres de violencia”. Proyecto promovido por el Centro Cristo Rey del Niño y Adolescente (CCRNA) – obra que forma parte de Misión Jesuita.

Con el fin de impulsar el desarrollo social y económico de mujeres en situación vulnerable mediante el acceso a la educación formal y la formación en emprendimientola iniciativa fomentará en ellas el liderazgo comunitario para prevenir y erradicar acciones de violencia contra la mujer e infancia. Así, este proyecto de 12 meses se desarrollará en el distrito de Gregorio Albarracín Lanchipa (Viñani), en la región Tacna, beneficiando a 180 participantes: 120 mujeres y 60 varones, incluidos niños y niñas.

El desarrollo del proyecto contempla actividades para que madres de familia en situación de riesgo social y mujeres de asentamientos humanos en Viñani puedan retomar sus estudios, gracias al programa de Educación Básica Alternativa (EBA) que dirige el Centro Cristo Rey.  Además, se espera que desarrollen capacidades de emprendimiento, a través de su participación en talleres productivos como:

  • Manicura
  • Pedicura
  • Gastronomía
  • Costura
  • Manualidades

Todos los talleres mencionados contarán con capacitación, asesoría y entrega de capital semilla para potenciar sus actividades comerciales y promover su desarrollo económico.

Otras actividades proyectadas son la conformación de un grupo de desarrollo personal para mujeres en situación de violencia, la formación de un núcleo de defensoría comunitaria de la mujer e infancia, la creación de una red de voluntariado con mujeres líderes capacitadas y sensibilizadas en tema de derechos, entre otras.

Simultáneamente, se brindará monitoreo y apoyo escolar (acompañado de actividades deportivas, recreativas y expresiones artísticas) para niños y niñas a través de la ludoteca “Casita Arco Iris”, garantizando la permanencia educativa y la culminación del año escolar. A ello se suma la implementación de una escuela para padres enfocada en educar en la crianza saludable.

LO QUE ESPERA EL CENTRO CRISTO REY

Se espera como resultado que las líderes vecinales y dirigentes comunales realicen un trabajo conjunto con el Estado por el desarrollo de su comunidad. A través de reuniones periódicas se promoverá la escucha activa entre vecinos para conocer más a profundidad las necesidades que atraviesan en la zona. Además, se promoverá la implementación de una Mesa Comunal en favor de la mujer e infancia con instituciones públicas, para la búsqueda de soluciones.

Finalmente, se espera realizar dos jornadas de integración entre vecinos y una feria. Las jornadas, serán espacios de encuentros deportivos y actividades recreativas, pero también de conversación y organización. La feria será informativa, sobre la promoción de derechos y acceso a servicios con instituciones del estado.

Respecto a las iniciativas que impulsa el Centro Cristo Rey del Niño y Adolescente, Jessica Herrera Miranda – directora ejecutiva de la CCRNA – con entusiasmo nos refiere: “Estamos comprometidos en todos nuestros programas y proyectos con la protección de los menores de edad. Asumimos la defensa de los derechos civiles, políticos, sociales, económicos y culturales de los menores”, destacando la responsabilidad necesaria para el tratamiento de estos grupos vulnerables y, a su vez, para el éxito de los proyectos.

[1] Solarpack es la quinta empresa de energía renovable más sostenible en el mundo según ‘Sustainalytics ESG Risk Rating’. Especializada en energía solar fotovoltaica.

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EMPODERAMIENTO A MADRES ADOLESCENTES: CÓMO INFLUYE EN LA MEJORA DE SU PROYECTO DE VIDA

cristo rey banner

Centro Cristo Rey del niño y adolescente (Tacna) – una de las 48 obras de Misión Jesuita – se encuentra impulsando un proyecto de empoderamiento a madres adolescentes para mejorar y fortalecer el vínculo afectivo con sus hijos, y otros aspectos de sus vidas. 

Continuando con la atención que brinda a madres adolescentes desde hace 7 años, el Centro Cristo Rey busca reforzar el trabajo del programa “Madres Adolescentes Fortalecidas e Integradas” (MAFI). Esta iniciativa, que surgió a consecuencia de la alta tasa de embarazos adolescentes, se enfoca en fortalecer el vínculo afectivo madre-hijo/a pero, además, en acoger a jóvenes frente una sociedad que parece cerrarles las puertas. 

El estigma social es poderoso. Muchas de estas mujeres de entre 14 y 24 años – gran parte de ellas, en edad escolar – se vieron limitadas a continuar sus estudios. Las instituciones educativas, que no contaban con un adecuado tratamiento frente a embarazos adolescentes, terminaron excluyéndolas. 

Para transformar esta situación, la implementación de este proyecto permite que las vidas de 80 madres adolescentes, 40 bebés mujeres y 30 bebés varones – hijos de madres adolescentes – sean beneficiadas con un cambio real.  

LA IMPORTANCIA DE UN PROYECTO DE VIDA 

La problemática del embarazo adolescente compromete los sueños y metas de las jóvenes, quienes ven sus vidas “truncadas”. Por ello, el trabajo que se realiza en MAFI se basa en talleres sobre autoestima, autoconfianza, el cumplimiento de sus derechos, la continuidad de sus estudios y la capacitación en empleabilidad para promover su independencia económica 

Así, este proyecto apela al trabajo coordinado con instituciones educativas y centros de salud para abordar temas como la educación sexual, así como la prevención, detección y actuación frente a la violencia. 

Además, el fortalecimiento de los vínculos afectivos con los hijos, permite trabajar directamente con los estilos de crianza, garantizando familias seguras y mejores ciudadanos para el mundo. Es decir, promover el desarrollo conjunto de las dimensiones psicológica, económica y sociocultural en estas madres adolescentes. 

Al respecto, Mayra Quispe Ramos, líder del proyecto, afirma: “Al trabajar en el empoderamiento de las madres adolescentes se logra no solo que mejoren sus vidas, sino también que lleven ese cambio hacia otras mujeres y que sean referentes de superación en su entorno familiar y social, muchas veces acompañando ellas mismas el proceso de empoderamiento de sus pares.” 

De esa forma, la propuesta que impulsa el Centro Cristo Rey busca brindar un tratamiento integral a estas problemáticas. Partir de la crianza saludable, la educación y el fortalecimiento de la familia, a través de la figura principal: la madre. Aquel primer contacto con el mundo exterior, la primera sensación y el primer referente en la vida de todo ser humano. Pues ninguna, sea cual sea su condición, debe verse obligada a sobrellevar la maternidad en una situación de vulnerabilidad. 

⬇Revisa este video y conoce un poco más sobre el Centro Cristo Rey del Niño y el Adolescente: 

MUJERES TEJIENDO SU FUTURO

Mujer tejedora Misión Jesuita

Misión Jesuita y Banbif, a través de la Ruta del Barroco Andino y la Asociación Sempa, se unieron para llevar talleres de capacitación a un promedio de 50 mujeres del distrito de Andahuaylillas, Quispicanchi, en Cusco.

Los talleres de “Telar” y “Tejido a palito” se desarrollaron durante el 2021 y se enfocaron en fortalecer los conocimientos ancestrales de las mujeres tejedoras, mediante la actualización de técnicas y diseños de tejido. Además, estas capacitaciones las ayudó a empoderase económicamente, puesto que lo que producían durante los talleres era vendido, generándoles ingresos para sus familias.

Es así que un año después, tres mujeres participantes del programa “Mujeres tejiendo su futuro a través de su cultura” nos cuentan cómo fue su experiencia en el taller, los aprendizajes que obtuvieron y cómo los aplican en su día a día.

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ASOCIACIÓN WAYRA DE ANIVERSARIO: UN REPASO A SU HISTORIA

Asociación Wayra trabaja con poblaciones vulnerables de Quispicanchi en Cusco

Asociación Wayra trabaja con poblaciones vulnerables de Quispicanchi en Cusco. En una entrevista con Karem Farfán, Directora ejecutiva de la organización, reflexionamos sobre la necesidad del enfoque de género en una sociedad tan desigual e injusta para las mujeres. 

El origen de Asociación Wayra nos remonta casi 30 años atrás, como una manifestación de una comunidad harta de la violencia. Allá por el 93, un trágico crimen contra una pequeña, Teresa Colque, había despertado en la población reacciones de todo tipo. “Había gente que quería buscar justicia, pero había quienes justificaban lo sucedido, alegando que la niña habría provocado esta violencia.”

En medio de este panorama apareció un jesuita, Carlos Flores, SJ, quien decidió abrir los servicios de defensoría a través de las parroquias. Un espacio de asesoría legal que, hasta el día de hoy, sigue siendo uno de los programas institucionales más importantes de Wayra. “Durante el 2021, hemos brindado atención a casi 250 casos que implican no solo la atención de niños, niñas, adolescentes sino el entorno familiar frente a vulneración de derechos.”

Pero, aún con sus casi 30 años de trabajo, Wayra tendría su constitución formal recién en el año 2005, bajo un enfoque de prevención. Este cambio tan significativo en el abordaje de las problemáticas sociales, da como resultado sus otros dos programas institucionales: el programa de prevención de situaciones de riesgo en adolescentes – que, durante el 2021, acompañó a cerca de 340 adolescentes de primero a quinto de secundaria – y el programa de acompañamiento psicosocial de madres adolescentes y mujeres víctimas de violencia de género – que brindó soporte emocional y acompañamiento a 41 madres en el 2021.

Y es que, para Karem Farfán, hablar de las mujeres de su comunidad es particularmente sensible. A través de su mirada experimentada y su arduo trabajo en Wayra, es capaz de transmitirnos la realidad desigual que enfrenta este grupo. “Es un hecho: la mujer es la principal víctima de violencia intrafamiliar y de género, por su condición de mujer”.

Como un breve repaso por las principales problemáticas que sufren las mujeres, destaca el acceso a la educación. Las niñas cargan con quehaceres del hogar que dificultan sus aprendizajes; además, el tener que trasladarse significa un enorme riesgo. “A diferencia de los niños, la niña está más expuesta a agresiones de parte de su comunidad. Los papás tienen miedo de mandar a sus hijas al colegio”.

El acceso a servicios de salud es también deficiente. No solo la concepción negativa que tiene la comunidad respecto a la planificación familiar, sino también el maltrato que sufren por parte del mismo personal de salud sin una visión intercultural.

El acceso al empleo y la poca participación comunitaria son también barreras muy significativas para las mujeres. “Sobre todo si son mujeres con hijos es muy difícil que accedan a empleos dignos. Ni qué decir de los cargos en la comunidad, que han estado siempre centrados en los hombres.”

Pero la lucha es también ideológica. Una mujer va construyendo su valor en función de la familia que va formando, así esté iniciándose recién en la etapa adolescente. “Cuando la niña va creciendo, ya le empiezan a hablar de tener una pareja y tener hijos. Una mujer joven y sin pareja no es considerada como parte integrante de una comunidad.” La misma comunidad las empuja, entonces, a depender económicamente. “Si es madre soltera, dicen ‘pobrecita’ y la relegan”.

Las mujeres de Quispicanchi, cuenta Karem, enfrentan los estigmas y estereotipos en torno a temas tan cotidianos como la menstruación. Durante cierto periodo del mes, las niñas de Quispicanchi son consideradas impuras y sucias. “De hecho es una de las causas por las cuales las niñas y adolescentes dejan de asistir a sus labores escolares”. 

Aun así, a pesar de lo que ha visto y vivido Karem, también nos explica que los estigmas tan fuertes en torno a las mujeres pueden tener una explicación razonable. “Lo cultural juega un papel muy importante. Por ejemplo, las mujeres son el ‘reflejo’ de la Pachamama, que representa la fertilidad, y se espera de ellas que den frutos, que tengan hijos.”

Esta explicación da pie a una de las nociones más claras que tiene Karem sobre el trabajo de Wayra en la provincia de Quispicanchi. “Es clave articular los tres enfoques: el enfoque de derechos, el enfoque de género y el enfoque intercultural”.

Finalmente, en el marco del próximo día de la mujer, Karem sostiene que más organizaciones deberían replicar el trabajo de Wayra, especialmente en lo referente a la implementación del enfoque de género. Aunque es consciente de lo polémico que resulta hablar de feminismo y diálogo, entiende que es necesario, sobre todo en nuestro país que la lucha por esta igualdad recién comienza. “Porque, sí, hombres y mujeres somos diferentes, y qué rica esa diversidad. Diversidades fisiológicas, sí, pero que estas características diferentes no generen desigualdad, discriminación y, por ende, que no generen violencia. Que nos reconozcamos en la diversidad.”

Así, Karem es firme, tal como los pasos que da Wayra. Con pasión y entereza, afirma: “Si somos capaces de escucharnos, vamos a encontrar muchas cosas en común. Construir un diálogo juntas. Desde la niña de una comunidad rural, hasta la adulta en la ciudad más cosmopolita. Todas estamos en esta misma lucha para crear sociedades más justas y solidarias, en igualdad de derechos”.

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EMPODERAMIENTO POLÍTICO EN LAS MUJERES DE QUISPICANCHI

Empoderamiento político en las mujeres de Quispicanchi | 

La Asociación Jesús Obrero – CCAIJO, organización social que Misión Jesuita desarrolla en Quispicanchi (Cusco), realizó el pasado 27 de abril el foro virtual “Acoso político a las mujeres: ¿Cómo contrarrestarlo?”. Esta iniciativa reflexionó sobre la violencia a la que son expuestas las mujeres de Quispicanchi en espacios políticos y los mecanismos para hacerle frente.

El foro hizo parte del proyecto “Empoderamiento político de las mujeres de Quispicanchi”, que la misma organización impulsa desde 2019. Además, esta promueve diferentes actividades y espacios de formación para fortalecer esta actividad política en las mujeres de la provincia. Así, se contó como expositora principal con Antonella Tucto, politóloga de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya, quien explicó cómo la participación política femenina ha ido creciendo en los últimos años.

Por otro lado, Tucto profundizó en la comprensión del concepto de “acoso político” y las maneras de afrontarlo a través de la nueva ley 31151. Pues esta fue promulgada en abril de este año con la finalidad de prevenir y sancionar el acoso contra las mujeres en la vida política. Asimismo, dio a conocer la labor de importantes instituciones públicas que promueven y defienden el derecho de la mujer en la participación política.

Como panelistas de este encuentro, participaron:

  • Susi Sotalero, coordinadora de este proyecto de CCAIJO
  • Janeth Aquino, ex regidora de la Municipalidad de Huaro
  • Estefany Vásquez, funcionaria de la Municipalidad Provincial de Quispicanchi 
  • Gabi Montalvo, lideresa del distrito de Andahuaylillas

Unidas, estas mujeres compartieron sus reflexiones desde sus experiencias como lideresas en la provincia de Quispicanchi.

Finalmente, el cierre del evento estuvo a cargo de Ever Molina, director de CCAIJO. Él reflexionó sobre la necesidad de que estos temas estén en la agenda pública y destacó que las ponentes del encuentro provengan de diversos sectores de la sociedad. Desde la academia, el gobierno local y la sociedad civil.

Entérate más sobre estos proyectos:

Para conocer más sobre este proyecto de empoderamiento político de las mujeres en Quispicanchi, y otras iniciativas del CCAIJO, pueden seguir su cuenta en Facebook: www.facebook.com/ccaijoperu 

 

SUPERIOR PROVINCIAL: “BAJO EL NOMBRE DE JESÚS CADA UNO SE SITÚA Y SE ENCAMINA”

Compartimos la homilía que pronunció el P. Provincial Víctor Hugo Miranda SJ, en la Eucaristía por la Fiesta Titular de la Compañía de Jesús, que presidió en la Parroquia Nuestra Señora de Fátima de Miraflores y fue transmitida en vivo por el canal de YouTube de la Provincia. 

1. El año 2020

Se acaba de terminar un año muy complicado para todos nosotros. Y aunque miramos todos con esperanza este momento de cambio tan simbólico y significativo, sabemos que se acabó el año, pero no se han acabado necesariamente los problemas. La pandemia sigue allí y los contagios y muertes siguen alrededor nuestro. La vacuna no llega e incluso allí donde ha llegado todavía será un proceso largo hasta que se haga efectiva. Las crisis que se han generado a partir de la crisis sanitaria siguen allí, con muchas víctimas, con compatriotas nuestros muertos, con familias destruidas, con economías destrozadas, con deserción escolar, con retrocesos en los distintos avances logrados. El año 2020 se terminó, pero el 2021 ha amanecido quizás con una mayor pobreza, con más incertidumbre, con más miedo, con mayor inestabilidad. Y sin embargo, nos toca remangarnos y seguir caminando, aunque sea cuesta arriba. Pero antes de emprender este nuevo camino, esta nueva historia, quizás sea bueno darle una última mirada al 2020. Hagámoslo al estilo que hemos aprendido de la espiritualidad ignaciana, hagamos un pequeño examen de cómo ha sido nuestro año. Los invito a que cada uno de ustedes revise muy rápidamente cómo han vivido este 2020 que acabamos de cerrar y que se pregunten qué han aprendido. Dónde y cómo ha pasado Dios por sus vidas. Es desde allí que debemos acercarnos a este nuevo tiempo.

2. Fiesta Titular de la Compañía de Jesús

El año empieza pronto con una fiesta fundamental para nosotros los jesuitas, la Fiesta Titular de la Compañía de Jesús, cuyo día de celebración en realidad es el 3 de enero, pero como antiguamente se celebraba el 1ro de enero, nosotros hemos vuelto a celebrarlo este día. ¿Y por qué es la Fiesta Titular de la Compañía? Porque se celebra el Santísimo Nombre de Jesús. Muchos seguramente piensan que nuestra fiesta principal es el 31 de julio, fiesta de San Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía y primer padre general. Pero no es así. Y San Ignacio lo tuvo claro desde el principio. La Compañía debía llevar el nombre de Jesús porque es bajo el nombre de Jesús que cada uno de nosotros se sitúa y se encamina. Todos los jesuitas procuramos caminar bajo el estandarte de Jesús. Es su nombre el que nos acompaña y guía. Es su mensaje el que da sentido a nuestras vidas. Es su vida misma la que estructura nuestra propia existencia.

Los jesuitas, como todos los cristianos católicos, procuramos tener en el centro de nuestras miradas a Jesús. Como lo señala ese himno tan antiguo que entonaban los primeros cristianos: “Cristo Jesús se anonadó a sí mismo tomando la condición de siervo y se hizo semejante a los hombres” y fue así como el Padre “le otorgó el nombre que está sobre todo nombre, para que, al nombre de Jesús, todos doblen la rodilla”. Y esto que hemos escuchado debería convertirse en nuestro pan de cada día. Nuestras vidas, nuestro ser cristiano, nuestra participación en la iglesia, nuestras acciones en el hogar, en la sociedad, nuestra vocación religiosa, todo cobra verdadero y pleno sentido en Jesús. Es desde El que debemos leer todo lo demás. Los ritos, las reglas, los mandamientos, la doctrina misma, todo cobra sentido desde Jesús, desde su palabra, desde su ejemplo, desde su mensaje, desde su existencia. A eso nos invita esta fiesta, esta celebración, a recordar que es a Jesús a quien seguimos. Es El quien nos muestra a Dios.

3. El Año de la Conversión

Este 2021 que inicia trae consigo muchos desafíos complejos para todos nosotros. No será fácil. Estamos cansados de un año desgastante. Estamos con secuelas del encierro, del temor constante, de esa danza permanente con la muerte. Pero sabemos que no estamos solos. Dios nos acompaña siempre. Él nos lo ha prometido y Dios es siempre fiel. Nos toca a nosotros convertir este año que arranca en un tiempo de creación, de re-creación de nosotros mismos, de nuestro entorno. El 2021 iniciará lo que el Padre General de los Jesuitas ha denominado el “Año Ignaciano”, con una gran invitación a la conversión en recuerdo de la experiencia de conversión que tuvo San Ignacio de Loyola. Es una oportunidad excelente para que nosotros nos preguntemos a la luz de todo lo vivido, en qué creemos que debemos mejorar, en qué debemos cambiar. Hoy debemos volver a escuchar las palabras de Juan el Bautista y del mismo Jesús, es tiempo de conversión. No podemos ser los mismos de antes. La pandemia nos tiene que haber movilizado, de tal modo que seamos capaces de decirnos de manera honesta, con todas las cartas sobre la mesa: ¿Qué tengo que hacer yo día a día para ser mejor persona, para ser mejor cristiano, para ser mejor hijo e hija de Dios?. Esa tarea empieza hoy. No hay más excusas. Que Dios nos regale su gracia para que nos inspiremos en su Hijo y que sea el mismo Jesús quien nos indique el camino de nuestra conversión.

Lima, 1 de enero del 2021