Francisco (Paco) Muguiro, sacerdote jesuita, explica los aspectos más importantes de la campaña «Dona vida» y reflexiona sobre la importancia de escuchar y sensibilizarse ante el dolor del otro.
¿En qué consiste la campaña Dona Vida?
Es una respuesta, en conjunto, desde la Plataforma Apostólica de Piura ante la necesidad de oxígeno. Entre tantas obras variadas que conforman la plataforma, se pensó “¿por qué no gestionar la adquisición de una planta de oxígeno?” y se lanzó la campaña, desde Misión Jesuita, con el respaldo del Arzobispado de Piura y la Cámara de Comercio de Piura.
¿Cómo nació Dona Vida?
Hemos pasado una segunda ola con una necesidad de oxígeno tremenda, no solo para los vulnerables, sino para todos. El que las personas hayan atravesado por la COVID-19 en sus casas ha demostrado que los hospitales y sus equipos no están adaptados para proporcionar oxígeno en balones, al menos no fuera de las camas UCI (que también son insuficientes).
¿Qué se busca?
Queremos despertar la solidaridad con la gente, que la campaña sea un medio para que la Plataforma se involucre más en el movimiento social de Piura. Hoy será por Dona Vida, mañana será por el desborde de un río, un huayco y así sucesivamente.
Estando en plena etapa de vacunación, se puede pensar que el peligro y la emergencia pasaron. ¿Por qué sería importante, aún así, la construcción de una planta de oxígeno?
Últimamente, es común leer en el periódico que Piura no está preparada para recibir la tercera ola y que el oxígeno no es suficiente. Pero, incluso antes de que se confirmara este dato, nosotros sabíamos que no podía repetirse la historia. La COVID-19 no puede cogernos desarmados ni sin respuesta… Si el Estado no puede darla, ¿nosotros qué? Como parte de la sociedad civil, tenemos la obligación de participar.
¿Ha habido alguna complicación a lo largo de Dona Vida?
En un principio, las gestiones para conseguir un local donde implementar la planta de oxígeno, aunque esté tema ya está encaminado. Además, agregaría el poco respaldo de los medios de comunicación… nos hubiera gustado una mayor difusión. Hemos tenido que acudir a organizaciones fuera del país por nuestra cuenta.
¿Y alguna sorpresa positiva?
Han surgido iniciativas muy solidarias. Por ejemplo, se organizó un maratón en el que, por cada kilómetro que corres, donas un sol. Solo ahí ya se han recaudado más de tres mil soles. Imagínate, no es cuestión de recuperar físico, sino hacerlo por un sentido de solidaridad.
¿Dona Vida apela, entonces, a la solidaridad?
Sí, realmente hace falta estar a la escucha. Ordinariamente escuchamos las redes, las noticias, la música, pero no escuchamos el dolor de la gente. Es necesario sensibilizarnos y no olvidar que somos el oído de Jesucristo, todos nosotros. De igual forma, para quienes no son creyentes, es un hecho que una persona humanamente sana creerá en la solidaridad como valor, entonces sufrirá por el dolor de su pueblo.
Especialmente en el contexto que atravesamos como país…
Claro. En el marco del bicentenario, nos hemos dado cuenta de que llevamos 200 años intentando integrarnos… y nos quedan otros 200 años más para lograrlo todavía.